M/S Paul Gauguin Radisson Seven Seas Cruises
| Rating: |
 |
Cruzando la Polynesia Francesa
 Todavía no había amanecido sobre las exuberantes cumbres tropicales de Bora Bora cuando, a las 5:30am, escuché tocaban a la puerta de mi camarote. Me levanté para recibir a mi visitante mañanero.
Cuando me dirijia a la puerta tenía una sonrisa amplia porque mi olfato me otorgó una premisa del placer que iba a experimentar con mi visitante. Con mi bata semi atada a la cintura, la cual enmarcaba el emblema del Radisson Seven Seas, abrí la puerta de par en par.
 El repostero principal del Paul Gaugin cumplió su palabra. Acompañado por el camarero me entregó, acabadito de salir del horno, los más deliciosos, fragantes y apetecibles croissants. También se podia ver y olfatear el tentador y aromático vapor de los calientes panecillos franceses presentados en una delicada canasta.
Sentado en el balcón de mi camarote, el cual tenía una mesa elegantemente puesta con un mantel exclusivo y utensilios de plata, recibí el amanecer con café recién colado, croissants y panecillos recién horneados . Desde mi primera noche en París, hace mas de 30 años, no me había deleitado con un desayuno tan placentero como lo fue este clásico y exquisito desayuno francés.
Porqué levantarse tan temprano? Obviamente lo antes descrito lo justifica. Una mañana en el desayuno comenté que los croissants y panecillos eran tan deliciosos que no me importaba el levantarme tan temprano todos los días. Cuando el repostero escuchó lo que dije una sonrisa de alegría y complacencia adornó su rostro y me dijo que El mismo, cada mañana, me iba a traer los croissants y panecillos si así era mi deseo y realmente no me molestaba el estar en pie a esa hora de la mañana.
 |
|
Paul Gauguin's Deluxe Cabins layout
|
Esto es lo que representa el Paul Gaugin, atención personal, servicio de primera, comida exquisita y exclusiva y por supuesto la elegancia y placer visual de las islas de la Polinesia Francesa.
La trayectoria del crucero la encontré fascinante. La cultura de Tahití es bien diferente a la occidental. Los primeros misioneros trataron de erradicar la sencilla pero a la vez compleja sociedad nativa. De acuerdo a Mark Eddowes, un arqueólogo y conferenciante a bordo del Paul Gaugin, los misioneros fracasaron en sus intentos ya que todavía la vestimenta nativa y la conducta social de su gente se hacen evidentes en la sociedad tahitiana.
 La belleza física de las islas Tahitianas en ocasiones era asombrosa. Las playas de Bora Bora, Moorea, Raiatea y Tahiti con sus palmeras adornándolas regiamente, majestuosas cumbres volcánicas y algunas de las lagunas azules mas hermosas del mundo hacen esta trayectoria un completo placer sensorial.
|
