Después de estar tres días aislado de la vida libre y fiera de Alaska me sentí preparado para mi primera experiencia en los campos de Alaska. Después de todo, el visitar Alaska es una experiencia estupenda cuando se puede apreciar las maravillas naturales y la vida silvestre de este fabuloso continente.

Hasta entonces mi relación con el mundo exterior en Alaska se suscribió a un ritual diario de frutas frescas, yoghurt, y café los cuales fueron servidos en el balcón de mi camarote mientras navegábamos a través del Inland Passage el cual nos ofreció un deleite visual de sus inmensos e indescriptibles paisajes. Esto fue seguido por un fantástico almuerzo tipo buffet en el Café Lido (uno de los mejores que he experimentado en cruceros) y después una tarde de recreo alrededor de la piscina o simplemente viendo una película en mi recamara.

La cena en el Rotterdam Dining Room fue suculenta y no para menos el espectáculo musical bailable ofrecido después de la cena. Al regresar a mi recamara pude disfrutar de un baño de burbujas. No esta demás decir que mi experiencia abordo del Holland America Statendam de la Co. Holland America Cruises fue un total placer para mis sentidos.

Y llego el día de interactuar con la vida "salvaje" de Alaska. Dos de mis pasatiempos favoritos son el pescar y comer salmón. Para empezar no tengo mucha experiencia, por no decir ninguna, como pescador no permití que esto se interpusiera en poder disfrutar la pesca de mi propio salmón.

El Holland America me facilito esta experiencia ofreciéndome una excursión llamada "Ketchikan" la cual consistió en ir a pescar salmón por espacio de 4 horas. Todo lo que tuve que hacer era estar listo a eso de las 7:30am para abordar la barca que nos llevaría al muelle. Cuando llegamos a este, el edificio en el muelle era un antiguo autobús escolar. El grupo que fuimos a pescar consistió de personas retiradas, padres e hijos y parejas.

Todos ellos estaban convencidos de que pescarían el mas grande salmón. Fue una rivalidad amistosa. Nos separaron en grupos de 4 y entonces conocimos al Capitan Luke Stamn el cual estaba a cargo del bote: Luke Strike. Este era el bote que nos llevaría al lugar de pesca. Antes de abordar el mismo tuvimos que aplicar para la licencia de pescador sin la cual no podíamos salir a la pesca. Esto nos tomo solo 10 minutos por la eficiencia de los encargados.

Ya concluido todo el papeleo no dirigimos al área de pesca. Nos tomo 45 minutos durante los cuales pudimos apreciar las hermosas montañas y el cielo azul claro. Pasamos por pequeñas islas inhabitadas las cuales estaban llenas de imponentes arboles de pino. Estaba frío pero a la vez esto nos sirvió de energía. Me sentí como si estuviese en un programa de National Geographic Explorer. Para completar dicho sentir un tradicional y exclusivo Aguila Americano descendió imponente y agarro un salmón.

Al llegar al área de pesca me sentí como si hubiese pescado el salmón mas grande por la satisfacción que sentí de solo pode apreciar el panorama de la hermosa Alaska. Inmediatamente nos dieron la caña de pescar con la carnada ya lista. Cada uno tenia que tirar el anzuelo lo mas lejos posible. Fue un intento cómico por la poca experiencia que todos teníamos. Cuando un salmón mordió el anzuelo fue una algarabía tremenda y el traerlo abordo no fue para menos. Era como si hubiésemos pescado algo que nunca antes nadie hubiese pescado.

No esta demás decir que el forcejeo entre nosotros y el salmón parecía una lucha libre mezclada con un tornado. Cuando terminamos la pesca nos dedicamos a pesar cada salmón para ver cual era el mas grande. Para mi sorpresa el mío peso 15 libras y fue el mayor de todos en ese día. Llevamos los salmones al área del muelle donde los filetearon para dárselos a los residentes de las isla. Yo me lleve una bolsa con hielo previniendo que si pescaba uno grande me lo llevaría de vuelta al crucero. Esto fue una concesión especial que se me brindo porque no se permite llevar comida abordo del barco.

El Director del Hotel abordo del Statendam me prometió que si pescaba el más grande salmón me lo prepararía para una cena especial esa misma noche para que así los integrantes de mi mesa pudiésemos saborear el mismo. Yo entiendo que viole las reglas del crucero pero valió la pena. Al igual que se advierte en televisión a los niños el no practicar lo que ven de igual forma yo advierto que esto no esta permitido en el Holland America. El chef Ray Omila me preparo el salmón en una forma especial y suculenta que todos en la mesa quedamos asombrados por la presentación y lo delicioso del mismo.

Antes de la cena, después de llevar el salmón para la cena de esa noche, me dirigí para el almuerzo al Café Lido. No había línea de espera porque los encargados tienen preparada una agenda de servicio la cual no forma ninguna línea de espera y esto fue para mi mayor asombro.

El Café Lido tiene ventanas desde el techo hasta el suelo las cuales te ofrecen una vista espectacular del océano. El almuerzo tiene una sección de ensaladas al final del comedor la cual complace al mas exigente. Tiene varias secciones con pizzas, emparedados, postres y mantecados. Todos los meseros fueron amigables y los mismos te servían los refrescos de acuerdo con tu selección. En adición había una mesa con toda clase de aperitivos, carnes asadas, carne de cerdo y pavo. Toda esta comida era fresca I las carnes tiernas.

Después del almuerzo disfrute de una siesta. Al terminar esta me dirigí a la cena. Mi entusiasmo se acrecentaba cada vez que me acercaba más al área del restaurant porque ansiaba el ver como el Chef Ray Omila me había preparado el salmón. Al llegar a mi mesa me trajeron casi inmediatamente el salmón cuya confección fue una obra maestra.

El mismo había sido cortado en secciones iguales y cada una de ellas sazonadas ligeramente y al terminar dicha labor las unieron nuevamente para formar el cuerpo completo del salmón. Fue una tarea difícil a mi entender pero por la experiencia del equipo de cocina del Chef Ray Omila. El sabor de esta salmón fue algo fuera de este mundo.

Por todas estas razones el Holland America Cruise en el Holland America's Statendam en una alternativa exquisita y exclusiva cuando se trata de excelente comida y experiencia audio-visual.

Para más información del Holland America's Alaska, entre al sito Web:

www.hollandamerica.com